Paseo en barco Isla de Lobos

El entorno de FuerteCharter

Como decíamos en la introducción a este blog, vivir en una isla como Fuerteventura es toda una fortuna. Allá donde poses la mirada, la naturaleza te regala un espectáculo visual incomparable.

FuerteCharter tiene la suerte de desarrollar su actividad diaria —excursiones en barco con paseos en kayac, SUP y snokell— en el extremo noreste de esta Isla de Fuerteventura, en la localidad costera de Corralejo.

Corralejo —un pueblo de gentes de mar que los avatares de la vida fueron transformando en el centro turístico más concurrido del norte de la isla— es el punto de enlace con la isla vecina, Lanzarote, de la que nos separa el Estrecho de la Bocaina (15 km), y entre estas dos islas despunta, solitario y salvaje, el Islote de Lobos. Parece que en anteriores edades geológicas el Estrecho de la Bocaina no existía y las dos islas —y también el islote— formaban parte de la misma extensión de tierra.

El estrecho ofrece unas condiciones perfectas para la práctica de la vela, debido a la canalización de los alisios, por lo que es el lugar de recorrido diario de FuerteCharter que, dependiendo de las condiciones, ofrece sus excursiones al islote de Lobos, o travesías hasta la vecina isla de Lanzarote.

El brazo de mar que separa Fuerteventura del islote de Lobos es un canal conocido con el nombre de El Río. Está situado a 2km de Corralejo y sus aguas no superan de mucho los 10m de profundidad.

El islote de Lobos, con sus 6km2 y su altura máxima de 127m en el cono volcánico de La Caldera, tomó el nombre de los antiguos habitantes que moraban en sus costas: una colonia de Focas Monje o Lobos Marinos. Este islote es un paraje singular y forma parte del parque Natural de las Dunas de Corralejo, una belleza que no pasa desapercibida para visitantes ni residentes. Es un área de gran riqueza y valor biológico —tanto en lo terrestre como en el fondo marino, declarado área de reserva submarina—, que describiremos con más detalles en próximos artículos, donde os hablaremos de la familia del farero —Antoñito— que la habitó hasta 1968, de sus especies marinas, de sus humedales, de su playa de La Concha y de su precioso Puertito.

Otro de los encantos que podemos destacar de la zona son los diferentes puntos muy recomendables para las inmersiones con bombona, como por ejemplo El Veril del Calamareo, con bóvedas, cuevas y pasillos entre rocas, El Veril de la Bocaina, El Bajón del Río, que alterna roca y arena blanca, El Punto de los Becerros, destacado por su gran cantidad de peces, y la zona de La Carrera, con pocas corrientes y muy protegida de los vientos.

Sin duda alguna, FuerteCharter tiene un gran privilegio. ¿Queréis venir a compartirlo con nosotros?

El Equipo de FuerteCharter