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La alineación del Bayuyo en Fuerteventura

Fuerteventura es la isla volcánica más antigua del archipiélago canario, donde los volcanes dejaron de tener actividad hace unos 10.000 años (Montaña de La Arena). El ser la isla más antigua explica también que sea la más erosionada, levantándose sobre su perfil, casi plano, los edificios y conos volcánicos de lo que en el pasado fue un parque de fuego.

Gran parte de la representación del paisaje volcánico se centra en el norte de la isla, en los alrededores de Corralejo. Es lo que se conoce como la alineación del Bayuyo, que son varios conos volcánicos en línea, entre La Caldera del islote de Lobos y Lajares (La Caldera de Lobos, Montaña de Bayuyo, Las Calderas, Caldera Encantada, Caldera de Rebanada, Montaña Colorada y Calderón Hondo), con orientación NE-SW, que tuvieron su episodio volcánico a la vez (episodios recientes), ocasionando el crecimiento de la isla de Fuerteventura hacia el norte, en unos 112km2, creándose también en este momento el vecino islote de Lobos y todo el “malpaís” que caracteriza el norte de la isla majorera.

Los volcanes de esta alineación presentan planta circular y tienen cráteres en forma de caldera, en algunos casos, como en la Caldera de Lobos, la mitad del cráter se desprendió y deslizó, formando en la actualidad un cono semicircular.

El recorrido de estos volcanes es altamente recomendable, tanto a pie, como en bici o en coche, y son mucho más vistosos al caminarlos desde Lajares hacia Corralejo, ya que a la maravilla del paisaje se suma la inmensidad del mar al fondo.

El primer edificio volcánico, que da nombre a la alineación, es la Montaña de Bayuyo (279m), situada sobre el pueblo de Corralejo. Es la primera montaña que se ve desde Lanzarote y desde el islote de Lobos, al que acudimos a diario con nuestras excursiones en barco desde Corralejo. En la Montaña de Bayuyo, al igual que en Calderón Hondo, se dispone de un sendero que conduce hasta la cima, para observar el cráter, y es una zona donde se conservan restos prehispánicos de construcciones circulares, hechas en piedra seca, que se supone utilizaban como vivienda y también como resguardo del ganado los antiguos pobladores.

Más al noreste de estos edificios también erupcionó La Caldera de Lobos (127m), cono volcánico que acabó con la mitad deslizada y sumergida bajo el agua.

Siguiendo en la dirección NE-SW se encuentran Las Calderas (248m), un volcán a los pies del que podemos encontrar varios “hornitos”, que son una especie de minivolcanes o huecos que existían en la colada, por los que se producía la liberación de los gases y en algunas ocasiones también de lava. A continuación se encuentra Caldera Encantada (235m) y Caldera de Rebanada (253m).

Y finalmente, llegando ya al pueblecito de Lajares, nos encontramos con Calderón Hondo (278m) y Montaña Colorada (248m). Calderón Hondo es uno de los conos volcánicos más perfecto y profundo de la isla (llegando a los 70m de profundidad). El sendero hasta la cima está preparado para los turistas que quieran visitarlo, empedrado y señalizado, incluso cuenta con un mirador creado para observar cómodamente la caldera y unos prismáticos paisajísticos, que ofrecen vistas espectaculares del norte de la isla.

Saliendo de esta alineación, un poco más al noroeste, se encuentra Montaña de Lomo Blanco y Montaña de la Mancha, cuyos volcanes también emitieron coladas, ganándole terreno al mar, aunque posteriormente serían superpuestas por las coladas procedentes del Bayuyo.

La palabra Bayuyo es un vocablo guanche, proveniente de la lengua amazigh, y tiene relación con lo espiritual: nubes encantadas, objetos flotantes o espíritus que llegan desde el mar.

En FuerteCharter os animamos a descubrir estos maravillosos volcanes a pie o, si queréis aventuraros en nuestra excursión en barco, a que descubráis sus maravillosas vistas desde el mar.

El Equipo de FuerteCharter