Fuertecharter | Trekking Lobos Islet

¡Cuidemos la costa de Fuerteventura!

Fuerteventura es un paraíso. La saben quienes viven aquí y también los visitantes (¡por eso repiten!). Por eso mismo es importante aprender a cuidar todos los valores que atesora esta maravillosa isla, y que la población local los conozca bien para transmitir su conocimiento a los turistas.

En la costa, el principal activo majorero por la calidad de sus playas, de sus aguas turquesa, de las inmejorables condiciones para la práctica de actividades náuticas, es necesario aprender qué se puede hacer, pero, sobre todo, con qué hay que tener cuidado. Por ejemplo, en el norte de Fuerteventura, concretamente en Corralejo, existen dos parajes enormemente sensibles, que son los parques naturales de las Dunas de Corralejo y de la Isla de Lobos. Nuestro personal de Fuertecharter los conoce perfectamente, y en cualquiera de nuestras excursiones los visitantes pueden aprender sobre las especies que se pueden pescar, dónde se puede navegar y dónde no, las especies animales y vegetales que hay que respetar, o los caminos a seguir cuando se transita en su interior.

Pero los parques naturales cuentan con la señalización necesaria que indica si se puede aparcar, acampar, pescar o hacer fuego. Sin embargo, en otros puntos de la costa, igual de bellos e importantes, muchas veces no se conocen las prácticas permitidas.  Por ejemplo, hay modas que se extienden como levantar montículos de piedra que no deberían hacerse. El territorio insular surge como resultado de procesos volcánicos que llevan millones de años para formarse, y por eso levantar y amontonar las piedras supone una alteración de ese paisaje.

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Lo mismo ocurre con las franjas de arena dura que se encuentran en los acantilados, como las que se encuentran en la costa norte en Tindaya, Esquinzo, la Playa de la Escalera, etc. Esas franjas brancas en la roca son dunas fosilizadas de hace millones de años. Hacer dibujos y escribir en estas formaciones son modificaciones que quedarán ahí durante miles de años. Si ves a alguien haciendo montones de piedras o escribiendo en las rocas, ¡no lo dudes!, díselo, porque seguramente no lo sepa.

También es habitual ver turistas alimentando a las ardillas en las zonas montañosas y en los volcanes. Estos animales ya se han adaptado al territorio, pero no son originarios de Fuerteventura. Dar comida a las ardillas significa ayudar a una especie invasora que con su presencia afecta a la supervivencia de otras especies locales con las que comparten hábitat, como pueden ser la musaraña, un roedor endémico, o la lisneja, un precioso reptil que sólo existe en Fuerteventura y Lanzarote.

¡No se debe alimentar a las ardillas!, pero tampoco a ningún otro animal. A veces, cuando aparecen animales accidentados, tortugas o aves, la gente es solidaria y los recoge para ayudarlos. Eso está muy bien, pero no hay que darles alimentos, sino únicamente agua, y llamar inmediatamente al teléfono de Emergencias en Canarias, el 112. El personal de Medio Ambiente se desplazará lo antes posible a la zona para atender al animal.

Para los que quieran pescar, es también necesario saber que hace falta una licencia. El trámite es muy sencillo, y cualquier persona, turistas también, lo puede hacer en una mañana en las tenencias de alcaldía municipales y las Oficinas de Atención al Ciudadano de Corralejo, Puerto del Rosario, Gran Tarajal y Morro Jable. Allí se ofrece información sobre las especies de peces, moluscos y marisco cuya captura está permitida y en qué periodos.

El sentido común es muy importante también. No se debe molestar ni cazar animales silvestres. Hay especies protegidas como el guirre, un ave carroñera natural de Fuerteventura en peligro de extinción, que anida en las montañas, y que es muy sensible. Por eso, si estamos en el campo y nos encontramos con un nido, lo mejor es no hacer ruido y alejarse tranquilamente.

También es importante conocer las características de la isla para visitar sus parajes con seguridad, especialmente en el litoral. El mar es diferente en la costa este que en la costa oeste. La fuerza del océano llega con mucha más potencia en la costa oeste, lo que aquí llamamos la Mar del Norte, mientras que la costa este es más tranquila y segura.

En las playas que cuentan con servicios de socorrismo, como las de Corralejo, en el este, no hay problema. Las banderas verde, amarilla o roja indican si es posible bañarse o no. Pero en otras zonas, como por ejemplo Piedra Playa, en El Cotillo, estos servicios no funcionan todo el año. Tanto en El Cotillo como en todo el Mar del Norte es imprescindible extremar las precauciones y tener mucho cuidado con el océano. Es posible bañarse, sí, pero siempre que no haya demasiadas olas, y nunca, nunca, nunca, hay que adentrarse más allá de donde hagamos pie. A no ser que vayamos a hacer surf o bodyboard, claro, una tabla flotante siempre ayuda cuando estamos en el mar.

De cualquier manera, si queremos disfrutar de las actividades náuticas que ofrece Fuerteventura, si no somos practicantes habituales, lo mejor es contratar los servicios que ofrecen las diferentes empresas de ocio. Entre ellas Fuertecharter, que en sus excursiones ofrece la posibilidad de navegar a vela o hacer padle surf frente a la Playa de la Concha, en Isla de Lobos. Los monitores de otras actividades guiarán siempre a los visitantes para practicar deportes náuticos con seguridad. Hablamos de una amplísima oferta que incluye hacer windsurf, surf, paddel surf, kitesurf, bodyboard, piragüismo o submarinismo.

¡Y recuerden!, la mejor manera de disfrutar de la isla es conocerla, y aprender a respetar todos sus valores, que son muchos, geológicos, paisajísticos, naturales y medioambientales.