Son varios los paisajes espectaculares de Fuerteventura, uno de ellos es Cofete, una increíble playa en el suroeste de la Isla, alejada de todo, aún virgen pese al desarrollo turístico y en la que solo encontraras de cemento un pueblito, un antiguo cementerio abandonado en la misma playa y la Casa Winter. Es precisamente este palacete el que asombra a los visitantes cuando llegan a tal paraje y descubren, de un vistazo, la majestuosidad venida a menos de esta casa, ubicada en tan especial lugar.
Para llegar a Cofete hay que invertir un mínimo de 30 minutos en coche por una pista que sale de Morro Jable a Punta de Jandía, y a medio camino encontrarás un desvió a la derecha que es la única vía de acceso. En este lugar, alejado de todo, construyeron entre los años 1940 y 1950 este palacete, al pie del Pico de la Zarza, que, tanto por el lugar en el que se ubica como por lo extraño de su construcción, es hoy uno de los misterios más famosos de Fuerteventura.
Gustav Winter
El protagonista de estas leyendas es un ingeniero aleman, Gustav Winter, que llega a España en 1915. Coincidiendo con el inicio de la Primera Guerra mundial Gustav volvía de Sudamérica pero un barco inglés lo apresa y encarcela durante un año por ser un posible espía aleman. Consigue escaparse y embarca en un buque que le permitirá desembarcar en España. En nuestro país trabaja como ingeniero montando centrales termoeléctricas en varias ciudades hasta que en 1925 se traslada a las Islas Canarias, primero a Gran Canaria donde interviene en la puesta en marcha la CICER. En su tiempo libre disfrutaba con su velero navegando por el archipiélago canario y así fue como llega a Fuerteventura. Gustavo “el aleman” deja Gran Canaria y se traslada a Fuerteventura donde adquiere la península de Jandía, al sur de Fuerteventura, la mayor propiedad rústica de las Canarias, con 180 km2 en un lugar casi desértico.
Con la II Guerra Mundial fue reclutado como ingeniero para la Marina alemana en Burdeos y cuando los alemanes se retirán de Francia tuvo que refugiarse por segunda vez en España. En 1947 regresa a Fuerteventura con el dinero suficiente para terminar la construcción y se dedica a explotar la tierra cultivando tomates, alfalfa y ganado para comercializar queso y lana.
Años más tarde y ya nacionalizado como español y con las mejoras que había introducido en la zona, Gustav intenta lanzarla hacia el turismo, atrayendo a empresarios alemanes a las costas de su isla. En 1966 construyó el primer hotel del sur en medio de un desierto y, poco a poco durante casi 40 años, la especulación y el apoyo del Gobierno de la época convirtieron –lo que un día fue un paraíso desértico– en una zona hotelera, destino favorito de los alemanes; pero gracias a la Ley de Espacios Naturales de Canarias de 1987, lugares como Cofete siguen intactos, al margen de la mano destructiva de la mentalidad del cemento.
Como curiosidad debemos contar que su nombre aparecería en una lista inglesa de espías alemanes residentes en España al amparo del régimen franquista, en la que Winter es descrito como “agente alemán en Canarias encargado de los puestos de observación, equipados con telefonía sin hilos, y del abastecimiento de los submarinos alemanes”.
La leyenda
La famosa villa Winter ha sido protagonista de varias novelas por los misterios que entraña. Se dice de ella que fue construida para servir de refugio y aprovisionar la flota de submarinos nazis durante la II Guerra Mundial, que accederían al palacete a través de unos túneles que nunca han sido encontrados.
También se dice que esta casa era refugio de oficiales nazis durante la guerra para celebrar ostentosas fiestas; e incluso se dijo, que pudo ser refugio y residencia de algún alto cargo alemán, oculto gracias a los militares españoles bastante cercanos a los regímenes totalitarios de la época.
Alimentan todos estos misterios las visitas a la casa, sus suelos parecen huecos y en ella hay puertas tapiadas, además una torreta similar a un faro corona la casa.
Hay que decir que la familia Winter nunca llegó a habitarla, ya que su residencia habitual era “el caserío del alemán”, una finca en la zona alta de la localidad de Morro Jable.
Los descendientes de Gustav Winter niegan todos estos rumores apoyándose, sobre todo, en que la casa no fue construida hasta 1947, pero la memoria histórica de la zona recuerda que ya en 1940 se había iniciado su construcción.
La villa Winter, situada en esa zona tan virgen y desértica de Fuerteventura, aporta aún más magia y misterio a este lugar tan espectacular que es la playa de Cofete, insistimos, digna de admirar y disfrutar, como tantos otros lugares maravillosos en esta Isla.
Equipo FuerteCharter