DÍA 3
Hoy, en este tercer día de tour que proponemos por Fuerteventura, vamos a dejar un poco de lado las actividades deportivas, que en estos pasados dos días ya hemos tenido suficiente (Aquí les dejamos los enlaces a los días 1 y 2 de este tour, por si aún no los han leído).
Y como Fuerteventura no es solo el norte, que es lo que hemos visitado hasta ahora, en este tercer día os proponemos un viaje al centro de la isla, para conocer los pueblos del interior, que guardan gran parte de la historia de esta isla.
Desde Corralejo saldremos por la carretera FV-101 hacia el centro de la isla. Lo primero que encontraremos a nuestro paso será el pueblecito de Villaverde, a la ladera de la Montaña de Escanfraga, el cono volcánico más alto de la isla.
En este pueblo de Villaverde encontraréis el Museo de la Cueva del Llano, que es un tubo volcánico subterráneo que los visitantes pueden recorrer bajo tierra, provistos de caso y luz, mientras los guías cuentan el origen volcánico de Fuerteventura y las curiosidades de esta tierra hace miles de años. Remarcar que Fuerteventura es la isla más antigua de las Canarias, y que el último volcán que entró en erupción lo hizo hace 10.000 millones de años (Montaña de la Arena).
De Villaverde seguiremos nuestro camino hacia el interior, pasando por la localidad de La Oliva, que es la cabeza de municipio del norte de Fuerteventura, donde puede visitarse la Casa de los Coroneles, una antigua fortificación de la segunda mitad del siglo XVII, que a día de hoy se utiliza como sala de exposiciones, y que nos muestra la vida en la isla en la época de los grandes terratenientes.
Dirección al sur seguimos, pasando el pueblo de Tindaya, con su montaña sagrada, fruto de muchas discrepancias en la actualidad por la polémica obra que se quiere realizar en su interior, y de ahí continuaremos hacia Tefía, tomando la FV-207 después de Tindaya.
Pasado el pueblo de Tefía, cogeremos la FV-30 dirección a Betancuria, una carretera de montaña con bastantes curvas y un poco estrecha, por lo que recomendamos extremar la precaución al volante.
El mirador de Morro Velosa (669m), diseñado por el polifacético César Manrique, nos recibirá para mostrarnos una de las vistas más impresionantes de la isla. Al lado, las estatuas de Guise y Ayose, guerreros de la antigüedad que reinaban en la Fuerteventura aborigen, cuando esta estaba dividida en dos grandes bandos.
En el valle, el pueblo de Betancuria, luce pintoresco, como un remanso de paz y casas blancas entre una vegetación verde y frondosa, lo que dista mucho del resto de paisaje de Fuerteventura. Este verdor y fertilidad fueron las causas de que los conquistadores asentaran en estas tierras la primera capital de la isla, allá por el siglo XV. Destacamos la visita a la Iglesia-Catedral de Santa María, una de las construcciones históricas más impresionantes de la isla.
Seguimos en ruta hacia el sur, descubriendo tesoros de Fuerteventura. El siguiente núcleo urbano de importancia que atravesaremos es el de Pájara, donde el paso de visitantes que recorren la isla de norte a sur es frecuente. La ermita de Nuestra Señora de Regla, en Pájara tiene un precioso retablo mayor, restaurado hace un par de años por maestros artesanos de la isla.
Y de Pájara tiraremos hacia la costa Oeste, siguiendo la FV-621, hasta llegar al pueblecito de Ajuy, un refugio de pescadores, que cuenta con una preciosa playa de arena negra y con unas cuevas impresionantes que el turista puede visitar, por un sendero acondicionado que sigue la línea de costa.
Ajuy es un lugar donde tropeles de turistas se agolpan en los pocos restaurantes que hay en el pueblo para saborear el pescado fresco del día, pero si no les gustan los tumultos, les recomendamos tomar unas raciones caseras en el pueblo de Pájara, antes de llegar a Ajuy.
Y para bajar la comida, nada mejor que un paseo por el barranco de Las Peñitas, que tiene su entrada por el pueblo de Buen Paso (entre Ajuy y Pájara). Es un barranco de piedra granítica, que ofrece un paisaje muy característico y diferente al resto de la isla. Grandes paredes de granito se levantan en los bordes de los que sin duda una vez, cuando hubo agua, debía ser un pequeño río, que hoy son pozas de agua estancada que fluyen cuando viene los días de lluvia del invierno. Esta zona de la isla es un tesoro para los escaladores, ya que es de las pocas zonas de Fuerteventura donde se puede practicar la escalada.
El Barranco de Las Peñitas debe su nombre a que en su seno se encuentra la ermita de la Virgen de la Peña, otra de las historias que construyen el pasado de estas tierras; y en la parte alta del barranco se puede encontrar la conocida Presa de Las Peñitas, sin función aparente en la actualidad.
Y después de este paseo vespertino, es hora de emprender el regreso hacia el norte. Esta vez aconsejamos, después de Pájara, seguir la FV-30, pero esta vez dirección Tuineje y Antigua, para evitar volver por la carretera de curvas de Betancuria.
Si os habéis saltado algún paso del camino y os sobra tiempo, en Antigua podéis visitar el Museo del Queso Majorero, donde conoceréis de primera mano los secretos de la producción de tan delicioso manjar de leche de cabra.
Buen camino de vuelta y descansen esta noche, para prepararse para el cuarto y último día de este tour, en el que les llevaremos a descubrir el sur de Fuerteventura y sus playas kilométricas, propias de un paraíso sin igual.
El Equipo de Fuertecharter.