Las Islas Canarias son islas volcánicas y, a diferencia de las islas que proceden de fragmentos continentales, presentan un ciclo de vida semejante al de los seres vivos: nacen, crecen, son erosionadas y acaban desapareciendo.
Este ciclo de las islas oceánicas se denomina ontogenia insular, y está definido por las siguientes fases:
- Fase de nacimiento: corresponde a la formación submarina de la isla, a causa de un punto caliente en la corteza oceánica.
- Fase de crecimiento: hace referencia a la fase de emersión y construcción sub-aérea.
- Fase de erosión o desmantelamiento, a causa de los agentes erosivos de los ambientes aéreos.
- Fase de llanura basal, con hábitats de poca altura.
- Fase terminal de desaparición.
- Fase de monte submarino de cima plana.
En Canarias, al igual que en el resto de los archipiélagos que componen la Macaronesia, existe constancia de estos ciclos de las islas. Por ejemplo, al sondear los fondos marinos, se han descubierto, alrededor de las islas emergidas, cordilleras submarinas de cima plana, que pueden denominarse como Paleomacaronesia, y que son restos de islas que en su momento estuvieron emergidas. Así, entre la Península y Canarias encontramos Lars, Anika, Nico, Last Minute, Dacia, Concepción, Amanay… que fueron creadas en el Paleógeno (hace 64-25 millones de años) por los mismos puntos calientes que hace 25 millones de años, en el Mioceno, crearon las islas que hoy están emergidas.
Estas montañas submarinas de la Paleomacaronesia se encuentra a unos 120-130 metros de profundidad, que coincide con el descenso máximo del nivel del mar en los períodos glaciares. En estos períodos, cuando desciende el nivel del mar, estas islas quedarían casi emergidas, formando una cadena que islas, que ligarían la Macaronesia actual con los continentes africano y europeo.
Por otro lado, en algunas zonas como por ejemplo al suroeste de la isla de El Hierro, se han encontrado montes submarinos de cima picuda, que es la característica que define que nunca han emergido ni se han sometido a la erosión. Es el caso por ejemplo del monte submarino denominado Las Hijas, donde la acumulación de material aún no ha sido suficiente como para que pueda emerger. Si en un momento lo lograra, aumentarían el número de islas del archipiélago Canario.
En el siguiente diagrama pueden verse las edades de las islas y la fase del ciclo en que están.
Las Hijas representarían por tanto la fase de nacimiento de las islas volcánicas de Canarias.
El Hierro, Tenerife y La Palma representarían la fase de emersión y construcción sub-aérea, ya que aún conservan actividad volcánica y pueden seguir acumulando material y altura.
La Gomera y Gran Canaria son el ejemplo del ciclo de desmantelamiento, ya que en el pasado tuvieron mucha más altura de la que presentan hoy en día, por lo que los agentes erosivos están jugando su papel, y los procesos destructivos predominan sobre los constructivos.
El edificio volcánico de Mahan, que comprende Fuerteventura, Lanzarote y los islotes circundantes, sería el representativo de la fase de llanura basal, con sus hábitats propios de zonas de baja altitud.
En Canarias no tenemos representación de la fase terminal de desaparición. Esta fase está muy bien representada en las Islas Salvajes, con estructuras que emergen apenas 30m por encima del nivel del mar, lo que pronostica una futura desaparición.
Amanay, Concepción y Dacia, en Canarias, sería el ejemplo de fase de monte submarino de cima plana, que solo emergerían en casos de que el nivel del mar bajase considerablemente.
El Equipo de Fuertecharter