Fuerteventura, la isla tranquila y aparentemente inmutable, presenta la quietud característica de las zonas áridas. Un espacio de silencio donde parece que el tiempo se detenga para captar un paisaje que se te presenta como un cuadro en el que perder la mirada.
Sus playas paradisíacas nos invitan al relax y a la contemplación, a largos días de arena y sol, bañados en aguas turquesa.
Pero para que nuestros días de bronceado sean completamente satisfactorios tenemos que conocer y tener como aliado a uno de los elementos que define a nuestra isla: el viento.
Pocos son los viajeros que han visitado Fuerteventura sin conocerlo; a los que no se les ha volado una gorra en la playa, que no han sentido el azote de la arena en las pantorrillas o que no han buscado el resguardo del viento en uno de los corralitos de las playas majoreras.
Muchos de los visitantes vienen precisamente buscando estas corrientes de aire para poder realizar sus deportes preferidos, como el windsurf y el kitesurf, o para poder volar sus cometas y teñir el cielo de colores, y en la antigüedad el viento dio de comer a muchos familias, pues accionaba los grandes molinos que molían el cereal; sin embargo, para quienes buscan la calma y el relax, propondremos a continuación algunas playas y consejos, para que su experiencia en Fuerteventura sea inolvidable, incluso con viento.
Lo primero que se tiene que tener en cuenta es la dirección que tiene. Cuando las componentes del viento son del este es más aconsejable visitar las playas del oeste, y viceversa.
También es importante el factor barrera, es decir, buscar playas que estén protegidas de la dirección del viento por alguna barrera, natural o urbanística.
Así, por ejemplo en la costa oeste, encontramos playas impresionantes en la desembocadura de los barrancos, que suelen ser playas protegidas por grandes acantilados que paran los vientos que no sean de componente estricta del oeste.
Suelen ser playas de acceso complicado, que requieren un poco de destreza para llegar hasta ellas (recomendamos mucha precaución al descender), pero una vez alcanzadas prometen días de playa paradisíacos. Pueden encontrarse playas de este tipo tanto en la zona norte, en las inmediaciones de El Cotillo, como en el sur, por ejemplo la Playa de Los Ojos en Jandía.
En la costa este, en la zona de Corralejo por ejemplo, las playas del mismo pueblo están protegidas de los vientos de componente oeste, gracias a la barrera que genera el propio pueblo. En el sur ocurre lo mismo con las playas de la avenida marítima del pueblo de Morro Jable.
Una zona muy recomendada de la isla es la de orientación totalmente sur, en la península de Jandía, donde se encuentran calas de aguas tranquilas protegidas de los vientos del norte, tanto de componente oeste como este, y protegidas también de las marejadas que provocan las olas. Entre estas calas se encuentra la Playa de Juan Gómez, definida por casi todos sus visitantes como una de las mejores playas de España.
Y en el resto de playas de nuestra maravillosa costa, aunque no se disponga de barreras que frenen el viento, siempre podremos encontrar esos corralitos tan característicos del paisaje de Fuerteventura. Son construcciones circulares de piedra, de aproximadamente un metro de alto, y que pueden ser de diferentes tamaños, bien individuales, para parejas o incluso para familias enteras. Si llegas a una playa donde el viento azota y encuentras una de estas construcciones vacías, no dudes en instalarte en ella, observarás el paraíso desde la quietud y la calma, independientemente del viento que pueda soplar fuera de las paredes de tu refugio.
El Equipo de Fuertecharter