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Isla de Lobos, Fuerteventura

Al noreste de Fuerteventura, a poco más de 2km. de Corralejo, encontramos la Isla (o Islote) de Lobos; un rincón prácticamente virgen, paraíso de aves y flora que no podemos encontrar en otra parte del planeta. Es uno de los lugares más antiguos del archipiélago canario (data del Pleistoceno), más salvajes y menos tocados por la mano del hombre; compuesto por campos de lava y depósitos de arena volcánica, erosionados por los vientos alisios, y marcado por un clima sin lluvia. Antiguamente —en el siglo XV— esta isla estuvo habitada por piratas y por un agrupamiento de focas monje —llamadas por los lugareños Lobos Marinos, de ahí el nombre del islote— que desaparecieron totalmente de la zona a manos de los pescadores que consideraban que la voracidad de estos animales acabaría con la pesca, ya que necesitan entre 30 y 40kg. de pescado al día. Actualmente es una especie muy amenazada —por la persecución del hombre para conseguir su piel y su grasa— de la que quedan pocos asentamientos.

Paraíso canario

Hasta 1968, el islote estuvo habitado de forma estable por Antonio Hernández Páez —Antoñito «el farero»— y su familia, pero el faro de Martiño que custodiaba fue restaurado y hoy en día funciona automáticamente. Esta isla también vio nacer, en 1903, a la escritora española Josefina Pla; poeta, dramaturga, narradora, ensayista, ceramista, crítica de arte y periodista. Aunque española de nacimiento, su nombre y su obra están totalmente identificados con la cultura paraguaya del siglo XX, país al que llegó en 1927.

Actualmente en la Isla existe un pequeño agrupamiento de casas —conocido con el nombre de El Puertito— formado por chozas de pescadores que acuden en verano, o fines de semana, a disfrutar de la paz y la tranquilidad que se respira en este paraíso, y algunos, como Elías y Tita, que disfrutan de esta paz todo el año.

La Isla de Lobos —formada por pequeños acantilados que dejan paso a pequeñas calas de aguas turquesas— fue uno de los primeros espacios naturales de las Islas Canarias en ser protegido. En 1982 se declaró Parque Natural (junto a las Dunas de Corralejo), pero por el alto valor medioambiental que posee, en 1994 se constituyó, de forma independiente, como Parque Natural del Islote de Lobos. Actualmente ha sido declarada como ZEPA (zona especial de protección de aves), IBA (área importante para las aves) y LIC (lugar de interés comunitario), lo que ha obligado a delimitar zonas de uso restringido, para no dañar ninguna de las especies que la habitan, debido a la fragilidad de las mismas.

Además Lobos tiene un alto valor patrimonial y etnográfico ya que cuenta con salinas, hornos de cal, aljibes, el faro de Martiño (construido en 1865) y la presencia de varios yacimientos paleontológicos (períodos Jandiense y Erbanense).

Lobos cuenta con una gran biodiversidad, ya que alberga poblaciones de especies endémicas canarias que sólo se encuentran aquí, como Limonium ovalifolium ssp. Canariensis; además de la gran cantidad de aves marinas y migratorias que viven y sobrevuelan el islote. Existen unas 300 cuevas donde habita la pardela cenicienta y la pardela chica; incluso se han visto parejas de águila pescadora y en los huecos de los acantilados volcánicos del islote viven numerosas aves, como el petrel de Bulwer, la gaviota patiamarilla y el paiño común. De forma esporádica, se puede encontrar, en los arenales de la zona norte, la famosa y en peligro de extinción avutarda hubara. Otras aves migratorias que han llegado a Lobos son las garzas reales, garcetas, zarapitos, chorlitejos, espátulas… y unas 20 especies de aves que hacen nido como el guirre. Además de esta importante avifauna, existen lagartijas, perenquenes, conejos,… y sobre todo unos fondos marinos considerados entre los mejores del Atlántico donde abundan barracudas, viejas, sargos y rayas, que hacen que bucear en este islote sea un auténtico espectáculo de color y diversidad difícilmente comparable a otros lugares.

En esta aventura de contarle las maravillas de Fuerteventura iremos hablando de todas estas especias que habitan este paraíso con nosotros.

El Equipo de FuerteCharter

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El entorno de FuerteCharter

Como decíamos en la introducción a este blog, vivir en una isla como Fuerteventura es toda una fortuna. Allá donde poses la mirada, la naturaleza te regala un espectáculo visual incomparable.

FuerteCharter tiene la suerte de desarrollar su actividad diaria —excursiones en barco con paseos en kayac, SUP y snokell— en el extremo noreste de esta Isla de Fuerteventura, en la localidad costera de Corralejo.

Corralejo —un pueblo de gentes de mar que los avatares de la vida fueron transformando en el centro turístico más concurrido del norte de la isla— es el punto de enlace con la isla vecina, Lanzarote, de la que nos separa el Estrecho de la Bocaina (15 km), y entre estas dos islas despunta, solitario y salvaje, el Islote de Lobos. Parece que en anteriores edades geológicas el Estrecho de la Bocaina no existía y las dos islas —y también el islote— formaban parte de la misma extensión de tierra.

El estrecho ofrece unas condiciones perfectas para la práctica de la vela, debido a la canalización de los alisios, por lo que es el lugar de recorrido diario de FuerteCharter que, dependiendo de las condiciones, ofrece sus excursiones al islote de Lobos, o travesías hasta la vecina isla de Lanzarote.

El brazo de mar que separa Fuerteventura del islote de Lobos es un canal conocido con el nombre de El Río. Está situado a 2km de Corralejo y sus aguas no superan de mucho los 10m de profundidad.

El islote de Lobos, con sus 6km2 y su altura máxima de 127m en el cono volcánico de La Caldera, tomó el nombre de los antiguos habitantes que moraban en sus costas: una colonia de Focas Monje o Lobos Marinos. Este islote es un paraje singular y forma parte del parque Natural de las Dunas de Corralejo, una belleza que no pasa desapercibida para visitantes ni residentes. Es un área de gran riqueza y valor biológico —tanto en lo terrestre como en el fondo marino, declarado área de reserva submarina—, que describiremos con más detalles en próximos artículos, donde os hablaremos de la familia del farero —Antoñito— que la habitó hasta 1968, de sus especies marinas, de sus humedales, de su playa de La Concha y de su precioso Puertito.

Otro de los encantos que podemos destacar de la zona son los diferentes puntos muy recomendables para las inmersiones con bombona, como por ejemplo El Veril del Calamareo, con bóvedas, cuevas y pasillos entre rocas, El Veril de la Bocaina, El Bajón del Río, que alterna roca y arena blanca, El Punto de los Becerros, destacado por su gran cantidad de peces, y la zona de La Carrera, con pocas corrientes y muy protegida de los vientos.

Sin duda alguna, FuerteCharter tiene un gran privilegio. ¿Queréis venir a compartirlo con nosotros?

El Equipo de FuerteCharter

 

 

 

FuerteCharter: más que una excursión en barco

Si paseas por el muelle de Corralejo no será difícil que te encuentres con Ildefonso Chacón —más conocido como Fonfo—, todo un amante del mar del norte de la isla de Fuerteventura y director de nuestra empresa FuerteCharter.

La relación de Fonfo con el mar le viene desde bien pequeñito, ya que, aún siendo natural de Puerto del Rosario, sus padres siempre tuvieron casa en Corralejo, en la Playa de Waikiki. Así que apenas levantando 5 palmos del suelo tuvo su primer barco, y en las diferentes etapas de su juventud practicó todos y cada uno de los deportes acuáticos que se le pusieron por delante.

Fonfo recuerda los años en que Fuerteventura, y Corralejo en concreto, eran un paradisíaco desierto, con olas para los pocos que osaban surfearlas, y recuerda también el paso por la isla de algunos deportistas, famosos en la actualidad —como Björn Dunkerbeck—, que en aquellos entonces no eran más que chiquillos, exhibiendo trucos en el agua que los majoreros no habían llegado ni a imaginar.

Eran otros tiempos, como él dice, y aunque la soledad extrema del paisaje de esa época ya casi no existe, está encantado de que la isla se haya llenado de visitantes y residentes de tantas nacionalidades diferentes, que han enriquecido con su granito de arena —y lo siguen haciendo— este paraíso que es su isla de Fuerteventura.

La vocación por el mar, como hemos dicho, le viene desde bien pequeño: digamos que por las venas le corre agua salada. Y la llamada empresarial también le alcanzó pronto, ya que su empresa de alquiler de barcos FuerteCharter, que en la actualidad roza su décimo aniversario, nació de otras grandes empresas familiares: Deportes Chacón y Náutica Chacón.

En la actualidad Fonfo dirige FuerteCharter junto a su esposa Inma Morales, acompañado también de un magnifico equipo de trabajo, al que está sinceramente agradecido por llevar a FuerteCharter hacia lo que es hoy en día: una empresa de alquiler de barcos en Corralejo con muchos valores añadidos.

Y es que el principal objetivo de FuerteCharter es compartir con todos sus clientes —y contagiarles— la emoción por el mar. No es simplemente el hecho de llevarles de excursión náutica a la Isla de Lobos, no es sólo disfrutar del paseo en barco y de las maravillas que ofrece la naturaleza, sino ir más allá, animarles a conseguir retos que nunca se habían planteado, ofreciéndoles diferentes actividades, como aprender a utilizar un kayak, un SUP, respirar por un tubo de snorkel, bañarse en medio de bancos de peces, darles de comer… ¡Estar abiertos a aprender algo nuevo cada día!

Para realizar estas actividades, FuerteCharter dispone de dos tipos de embarcaciones: un catamarán y una lancha semirrígida, para alquilar tanto en excursiones náuticas privadas (grupos cerrados) como en las llamadas excursiones de ticket, para grupos abiertos. La experiencia y el conocimiento de la zona hace que la combinación de estas dos embarcaciones, en una misma excursión náutica, sea la mejor forma de visitar el islote vecino, ya que además de la incomparable vuelta a la isla de Lobos, la semirrígida les permite meterse a explorar las lagunitas del lugar, todo un paraíso difícil de explicar con palabras.

Podemos seguir hablando de la profesionalidad y mimo con que FuerteCharter trata a todo el que se embarca en sus aventuras, pero lo mejor es que vengáis vosotros mismos a comprobarlo y poder contarlo a los demás. ¡Os esperamos!

El Equipo de FuerteCharter