Archivo de la categoría: FAUNA Y FLORA

¡Descubramos juntos la fauna marina de Fuerteventura!

¿Cuál es uno de los mayores sueños de los niños?

Sin duda, ver delfines.
Verlos nadar libremente en el incontaminado océano es una experiencia que tampoco los adultos pueden olvidar.


Pero, ¿cómo se puede vivir esta aventura única y tan emocionante?
¡Simple! ¡Participando en una excursión de avistamiento de cetáceos con Fuertecharter!



La excursión comienza embarcando desde el puerto de Corralejo, y está diseñada para que todos se diviertan, tanto los adultos como los niños.


La mejor zona de navegación para la observación de cetáceos es el canal entre Fuerteventura, Lanzarote y la isla de Lobos.

 La mayoría de las veces los encontramos al noroeste de la isla de Lobos, a un par de millas de la costa, con la Playa de Papagayo de Lanzarote y las Grandes Playas de Corralejo como marco. Otras veces hay que ir a buscarlos en Lanzarote, en la zona enfrente de Playa Quemada, Puerto del Carmen o Puerto Calero; en ocasiones los encontramos por la costa este de Fuerteventura, enfrente del maravilloso parque natural de las Dunas de Corralejo, a los pies de Montaña Rojas, conocida por su especial pico de color rojo.

Estas zonas vírgenes son el hogar de muchos animales marinos, como delfines, ballenas, calderones y tortugas marinas.


De hecho, en las aguas canarias se pueden avistar 28 de los 87 tipos de cetáceos que existen en el mundo, esto certifica la alta calidad de las aguas que rodean la isla de Fuerteventura.



Es muy probable que navegando encuentres un grupo de delfines jugando alrededor de tu  catamarán.
 Verlos es una experiencia increíble, pero avistar una ballena es un momento realmente impresionante.
 Estos majestuosos mamíferos acuáticos están de paso por las aguas de Fuerteventura durante todo el año buscando comida, haciendo la isla uno de los mejores destinos para encontrarlas. 



¿Qué delfines y cetáceos puedes ver en una excursión con Fuertecharter?


- Delfín Mular: es muy común ver a este delfín en las Islas Canarias, mide entre 2 y 4 metros, tiene un aspecto bastante corpulento y le gusta viajar en grupo, ¡se divierten mucho persiguiendo nuestro barco o nadando alrededor!


Ballena Piloto: Aunque se le llame ballena, en realidad pertenece a la familia de los delfines y también se le conoce como Calderón Tropical, otro mamífero común en las Islas Canarias. Puede medir hasta 5 metros de longitud.

– Delfín común: un cetáceo muy delgado. su caracteristicas son los colores, la zona dorsal con tonalidad gris oscura y zona ventral blanca; lateralmente presenta zonas de color gris claro, desde la cabeza a la cola. Mide hasta 2.4 m de longitud.

Delfín listado: El delfín listado tiene un tamaño y forma similar a varios otros delfines que habitan en las mismas aguas, sin embargo, su coloración los hace fáciles de distinguir en el mar. La parte inferior o ventral es de color blanco o rosa. Hay una o dos bandas de color azul oscuro que parten del ojo a la aleta caudal.

Tiburón martillo:  La característica más llamativa de todas las especies de tiburones martillo es la particular forma de la cabeza en forma de T, con los ojos y los orificios nasales situados en los extremos de la cabeza, gracias a lo cual el movimiento de cabeza de lado a lado al nadar recorre con la vista todo a su alrededor e incluso lo que queda a sus espaldas.

Pez luna: Tiene el cuerpo aplastado lateralmente y cuando extiende sus aletas dorsales y ventrales, el pez es tan largo como alto.

Exocoetidae o Pez volador: Su característica más sorprendente es el tamaño de sus aletas pectorales, inusualmente grandes, que le permiten volar y planear por distancias de más de 50 metros.

Cachalote: Es el animal con dientes más grande que existe; los machos pueden crecer hasta 20,5 metros de largo y llegar a pesar más de 50 toneladas.

Tortuga boba: conocida como Caretta Caretta, una de las tortugas más pequeñas del océano y puede medir hasta 120 cm, no le gusta vivir demasiado en profundidad.

Y si no te pareces ya bastante, que sepas que puedes ver también otros ejemplares de animales acuáticos como el delfín moteado, delfín diente rugoso, el calderón negro y gris, la ballena jorobada y la rorcual tropical. 

Además durante nuestra excursión se pueden avistar muchas aves. Una muy especial es la que se conoce como Pardela Cenicienta, un tipo de ave que se pasa días sin tocar tierra buscando comidas.
Tiene un rol importante en la búsqueda de delfines ya que se pone a volar justo arriba del cardumen de carnada y por eso nos ayudan a encontrarlos. 

 

 



Y la experiencia no termina aquí, porque además en esta excursión te llevaremos a relajarte frente a la isla de Lobos, donde podrás tomar el sol en nuestro barco o hacer actividades acuáticas como snorkel, sup o kayak, y te serviremos una riquísima paella, acompañada con bebidas y vino fresco.
Durante toda la excursión sacaremos gratuitamente una multitud de fotos que podrás descargar en nuestra web, ¡para recordarte por siempre esta magnífica experiencia!

¿A qué esperas para reservar?

¡Súbete a bordo y vive esta aventura de ensueño con nosotros!

Un rey en el Atlántico: el atún rojo

El atún rojo es sin duda unos de los reyes del mar, todo un rey en el Atlántico. Un halo de grandeza ha acompañado siempre a este pez de gran tamaño, cuya carne ya era apreciada por los griegos hace miles de años. Pescadores de todos los tiempos han librado intensas batallas con estos animales marinos que pueden pesar hasta setecientos kilogramos y alcanzar velocidades de sesenta y cinco  kilómetros por hora.

Así ha sido también en la pesca deportiva moderna, llevando a los pescadores a utilizar todo tipo de técnicas para tratar de vencer la inteligencia, el tamaño, la fuerza y la velocidad del atún rojo. No obstante, debido a la sobreexplotación que ha sufrido la especie en los últimos años, las autoridades han prohibido recientemente la pesca del atún rojo a nivel recreativo, y su captura a nivel profesional se restringe a una serie de cupos máximos por cada región y se limita a determinadas temporadas.

La pesca deportiva de los grandes peces es una actividad interesantísima, que fascina a pescadores de todo el mundo. En Canarias, también en Fuerteventura, los puertos deportivos se encuentran plagados de embarcaciones especializadas en la pesca de altura, muchas de ellas dedicadas a organizar salidas con visitantes. Sin ir más lejos, Fuertecharter cuenta entre su oferta de actividades con excursiones de pesca. No será posible capturar los grandes atunes rojos del Atlántico, pero sí otras especies como atunes más pequeños, picudos como los marlin blanco y azul, o también petos y dorados, todos ellas garantía de inolvidables jornadas de pesca.

Todas estas especies son denominadas pelágicas, es decir, que habitan en aguas abiertas y donde existen grandes profundidades, aunque principalmente viven cerca de la superficie. Entre ellas, hay que decir que al atún rojo es sin duda una de las más asombrosas porque, aunque como las mencionadas, utiliza su gran velocidad para alimentarse, se trata de una especie que también es capaz de descender rápidamente cientos de metros para cazar a sus presas. Esto es posible en gran parte a una interesante particularidad, y es que su especial sistema circulatorio y muscular, así como su rápido metabolismo, les permite, sin llegar a ser animales de sangre caliente, retener la mayor parte de su calor corporal y desenvolverse perfectamente en temperaturas tanto cálidas como frías.

Los pescadores han vivido siempre la pesca del atún rojo como un hecho excepcional, y es que se hace muy difícil engañarlo con cebos, señuelos y muestras porque son muy inteligentes. National Geographic ha apuntado incluso a que podrían ser capaces de aprender patrones de conducta para evitar ser cazados por otros depredadores como las horcas o, en este caso, los humanos.

En la pesca de altura a nivel deportivo, la técnica más extendida es la del curricán, un término que en Canarias se denomina coloquialmente “corriquia” o “curriquia”, y que consiste básicamente en utilizar el movimiento del barco para arrastrar muestras (o señuelos con anzuelo en forma de pez o de calamar) en el extremo de una caña para tratar de hacer picar a la presa. En el caso del atún rojo del Atlántico, existe también una técnica denominada brumeo, en que el barco se deja a la deriva y el cebo se coloca en un anzuelo atado a una caña y un cordel en vertical. El brumeo también se acompaña de la preparación de un majado de aceite de sardina, restos de peces, pan duro, etc., que se va soltando en el mar para tratar de atraer a las presas.

El Rey del Atlántico: atún rojo|FuerteCharter Blog

La satisfacción de capturar atunes, marlines, petos, dorados… se asocia a la lucha entre el ser humano y el animal, un combate que, según factores como los aparejos o el tamaño de la presa, puede durar unos quince minutos o extenderse durante largas horas desde el momento de la picada. Se trata de un gran espectáculo, pues los peces enganchados se defienden, halan en sentido contrario a la recogida de carrete, saltan sobre la superficie, y ponen a prueba en todo momento las habilidades del pescador.

Por fortuna para la conservación del medio marino, la sensibilidad ambiental imperante ha suavizado las condiciones de esta actividad hasta el punto de que. a nivel internacional, la práctica totalidad de las competiciones que se organizan actualmente se celebran bajo la modalidad de captura y suelta. Esto significa que una vez completada la captura y se ha llevado a la presa junto a la embarcación, únicamente es necesario realizar una fotografía, que valorará un jurado, y a continuación se libera al animal para que pueda sobrevivir y reproducirse.
En definitiva, la pesca de altura es una opción excitante para aquellos que quieran disfrutar de una jornada en el mar y salir a la búsqueda de los grandes depredadores que dominan los mares.

La cornuda o pez martillo, una especie sorprendente que habita en aguas de Fuerteventura

Entre todas las especies de tiburones que habitan en el océano, sin duda una de las más bellas y características es el tiburón martillo, también llamado cornuda, un nombre que le viene por la peculiar apariencia de su cabeza en forma de “T”. Encontrarse con uno de estos magníficos animales es una experiencia que vale la pena vivir.
En las aguas de Canarias y también de Fuerteventura es un compañero habitual de pescadores, embarcaciones de recreo y submarinistas, especialmente en primavera y verano, ya que aunque son animales propios de aguas cálidas, su presencia también se extiende en esta época a regiones subtropicales como Canarias, o incuso a mayores latitudes.

Los tiburones martillo, peces martillo o cornudas son los nombres con que se conoce a los esfírnidos (Sphyrnidae), una familia que incluye a nueve variedades cuyo tamaño puede variar entre uno y seis metros, y superar la media tonelada de peso.
En general, se alimentan de peces, moluscos y crustáceos, aunque como todos los tiburones, son también oportunistas y carroñeros. Si hay algún animal muerto o herido, por allí aparecerán las cornudas u otros tiburones.

La buena relación entre los canarios y los tiburones

Las gentes del mar en las islas están habituadas a varios tipos de tiburones, pero nunca se les ha tenido miedo, y es gracias a que en Canarias, ni en Fuerteventura, no existen casos documentados de ataques a personas. Aunque no se sabe con seguridad por qué, se cree que en el archipiélago no se producen ataques de tiburones porque nos encontramos en aguas frías, y por lo tanto no se encuentran tan activos como en las aguas cálidas del Caribe o Australia.
Además, en las playas y aguas poco profundan casi únicamente se encuentran tiburones de pequeño tamaño como las crías del angelote, los cazones (que ni siquiera tienen dientes) o los tiburones azules pequeños. Aun así, otros tiburones más grandes como el marrajo o janequín, la jaqueta o jaquetón, el tiburón tigre o la misma cornuda son habituales en las islas y pueden aparecer también cerca de la costa, eso sí, sin que se hayan dado nunca casos de ataques.
De hecho, el pequeño cazón es apreciado en las islas para preparar los sabrosos “tollos”, que son la carne seca del tiburón preparada en diferentes recetas. Antiguamente también se preparaban tollos con cualquier otra especie de tiburón que se pescara por accidente. Pero, a día de hoy, dada la especial vulnerabilidad de los tiburones, es importante liberar siempre a cualquier ejemplar que haya sido capturado accidentalmente.

Pez Martillo Fuerteventura
Foto © Canarias7

¡7 sentidos!

Las cornudas son una especie enormemente exitosa, gracias en gran parte a que los designios de la evolución las han dotado de utilísimas herramientas de supervivencia. Sus ojos y sus orificios nasales se encuentran en los dos extremos de su cabeza de martillo, lo que les dota de una visión periférica para detectar presas y amenazas. Esta configuración en forma de “T” aplanada les permite también girar rápidamente, y les dota de un sutil movimiento de lado a lado que les facilita ver todo a su alrededor. Su olfato es, además, supersensible, hasta el punto que pueden localizar sangre en el agua a kilómetros de distancia.
Por si fuera poco, al igual que otros tiburones y peces, ¡tienen siete sentidos! Sí, aparte de los cinco sentidos humanos, estos animales tienen un sexto sentido para detectar ondas de frecuencia provocadas por movimientos de peces y zambullidas a grandes distancias en el mar, y un séptimo sentido que les permite detectar los campos eléctricos generados por los peces, gracias a lo cual pueden localizar presas enterradas en la arena o a grandes distancias.

Una especie en peligro

La sobrepesca, la pesca incidental y la degradación del medio marino son las principales amenazas de los tiburones, cuya situación general es crítica. Las nueve variedades que existen de pez martillo se encuentran desde 2008 incluidas en la Lista Roja de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), máxima autoridad en la materia que además las ha catalogado como en peligro de extinción.
Esta situación es debida principalmente a que la aleta de tiburón es enormemente apreciada en gastronomía, especialmente en un mercado que crece exponencialmente como el asiático. Para colmo, el tiburón martillo se reproduce únicamente cada dos años, lo que dificulta su recuperación a pesar de las medidas de protección impuestas.
En las excursiones de Fuertecharter, en el Norte de Fuerteventura, avistar una cornuda es una de las posibilidades. Les invitamos a conocer los encantos de nuestro océano a bordo de nuestro catamarán.

Equipo FuerteCharter

Los gigantes marinos que vigilan nuestras aguas (II)

Maniobras navales en Fuerteventura: recuerdo de una tragedia

Una hueste de gigantes marinos clama justicia desde la atalaya de sus propios huesos. Tiempo atrás, al instante de su muerte, el mar ocupó la oquedad de sus cuerpos varados en la costa de Fuerteventura. Su redención llegó con el tiempo y, hoy, sus osamentas vacías exigen un espacio equivalente para sus semejantes.

El archipiélago canario es una de las localizaciones más importantes del mundo para la supervivencia, conservación y estudio de los cetáceos. Las autoridades científicas así lo han constatado, cuando señalan que en las islas se pueden llegar a encontrar hasta 28 de los 87 tipos de estos animales que existen en el planeta.

El proyecto escultórico de la Senda de los Cetáceos sirvió en su momento para recordar la tragedia de los varamientos masivos que tuvieron lugar en Fuerteventura y Lanzarote a consecuencia de los ejercicios militares navales organizados por la OTAN, en los años 2002 y 2004, bajo el nombre de operación Neotapon 02 y Majestic Eagle 04.

La utilización de sónares en estas maniobras fueron los causantes de dos varamientos masivos. En 2002, causaron la muerte a 14 ejemplares de los 27 animales que llegaron a las costas majoreras. Dos años después, las siguientes maniobras tuvieron lugar más al norte, provocando la muerte de al menos otros cinco ejemplares, de los que dos aparecieron en Lanzarote y tres en Fuerteventura.

En 2002, los ejercicios se realizaron frente a las aguas de Jandía, una zona de enorme actividad turística, dando lugar a escenas dantescas. Todos los que se encontraban en ese momento disfrutando de las paradisíacas playas majoreras asistieron, estupefactos, al desembarco junto a ellos de tropas militares. Al mismo tiempo, llegaban a tierra, uno tras otro, los cadáveres de los cetáceos.

La sociedad Oceana, según un informe realizado en agosto de 2004, describe los sónares llamados LFAS (Low Frequency Active Sonar, o Sónar Activo de Baja Frecuencia) y SURTASS LFAS (Surveillance Towed Array Sonar System  o Sistema de Sónar de Vigilancia por medio de Barrido Reticular) como sistemas de gran precisión que utilizan ondas de sonido de alta intensidad (por encima de los 200 dBi) y baja frecuencia (entre 450 y 700 Hzii) con el objetivo de detectar objetivos que pueden llegar a estar a cientos de kilómetros, navíos militares, submarinos nucleares, diesel, o incluso submarinos con el motor parado.

Como la propia OTAN ha reconocido, estos sistemas son enormemente dañinos para los animales marinos, e, incluso, se ha demostrado que pueden desorientar a los seres humanos si se encuentran sumergidos en la zona. Para especies específicas como los zifios son, sencillamente, letales.

Los zifios son animales que desarrollan la mayor parte de su vida a grandes profundidades, como demuestra el hecho de que en sus estómagos se hayan encontrado restos de calamares gigantes, que viven también en los fondos abisales y que nunca han sido visto vivos en la superficie. Las necropsias realizadas a los ejemplares muertos en Fuerteventura pusieron de manifiesto que todos ellos «habían sufrido daños similares a un fuerte proceso de descompresión, similar al que experimentan algunos submarinistas», el cual «provoca que el aire se expanda bruscamente, se comprima el cuerpo, se introduzcan burbujas en el riesgo sanguíneo y se produzca una embolia».

Con estos indicios, resulta sencillo imaginar a estos animales sumergidos a grandes profundidades en el momento de activarse el sónar, sufriendo un repentino e insoportable dolor que les obliga a huir desesperadamente hacia la superficie, provocando, sin remedio posible, su propia muerte por descompresión. El mismo y triste episodio tuvo que ocurrir dos veces hasta resolverse.

Tras las protestas de la comunidad científica, que devinieron incluso en un pronunciamiento no vinculante del Parlamento Europeo rechazando el uso de estos dispositivos, el Ministerio de Defensa español estableció en 2004 una moratoria que aplicaba el principio de precaución y que incluía el compromiso de no desarrollar en aguas canarias ejercicios navales con sónares antisubmarinos activos y explosiones, y firmó un convenio con el Gobierno regional para declarar una Zona de Especial Sensibilidad Marina.

Significó una gran victoria para la protección del medio marino canario. Sin embargo, no fue hasta varios años después que se constató lo que a todas luces parecía evidente. La ciencia es objetiva y se basa únicamente en los hechos. Por muy claros que parecieran los indicios, fue la investigación plasmada en la tesis doctoral de la bióloga marina originaria de Fuerteventura Yara Bernaldo Quirós, dirigida por el prestigioso catedrático Antonio Fernández Rodríguez, la que en 2011 confirmó la hipótesis.

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria consiguió así demostrar que los potentes sónares experimentales utilizados en aquellas maniobras fueron los causantes de los varamientos, marcando así un hito mundial en la materia.

Continuamente

Las esculturas esqueléticas de algunos de los cetáceos fallecidos en aquellas maniobras nos recuerdan la tragedia y nos advierten con su majestuosa presencia la necesidad de proteger la riqueza biológica que atesoran nuestras aguas.

Los gigantes marinos que vigilan nuestras aguas: Cetáceos (I)

Erigidos como centinelas en las costas majoreras, una serie de esculturas naturales conforman la Senda de los Cetáceos, un proyecto que proclama la riqueza y la biodiversidad del medio marino, y que reivindica una conciencia colectiva para proteger y defender un hábitat saludable, libre de amenazas para las especias marinas que habitan en nuestras aguas.

Fuerteventura es un paraíso para los cetáceos, y entre los que podemos encontrarnos están el delfín mular (tursiops truncatus), el calderón gris o delfín gris (grampus griseus), gigantes de hasta 20 metros como los cachalotes (Physeter macrocephalus) y los rorcuales, lo que comúnmente llamamos ballenas (Physeter macrocephalus), o grandes manadas de delfines comunes y moteados. Los zifios también habitan en las islas, pero son animales que pasan la mayor parte del tiempo en las profundidades y son difíciles de avistar.

No en vano, las aguas de Fuerteventura, Lanzarote, y en general de toda Canarias, son un destino privilegiado para practicar el avistamiento de aves, tortugas y otros animales marinos. Por supuesto, los cetáceos son una de las estrellas de esta actividad, y no resulta extraño encontrarse con ellos cualquier día de pesca, o dando un paseo en catamarán alrededor de la Isla de Lobos.

Cetáceos Fuerteventura | FuerteCharter Excursiones

Esculturas surgidas del mar

Basado en la recuperación y exposición de los esqueletos de estos grandes y longevos animales, la Senda de los Cetáceos es un proyecto que ha recorrido un largo camino desde que diera comienzo en abril del año 2000, cuando tuvo lugar el varamiento en la costa de Majanicho de un rorcual común (Balaenoptera physalus) hembra, cuyo esqueleto fue expuesto al público por primera vez en 2003 en las Salinas del Carmen. Los ejemplares de cetáceos que han dado lugar a estas esculturas han aparecido en las costas de la isla o flotando en sus aguas en diferentes circunstancias. Algunos murieron por causas naturales, y otros a consecuencia de actividades humanas, como por ejemplo colisiones con embarcaciones o sónares militares.

Actualmente, esta espectacular iniciativa cuenta con seis esculturas expuestas por toda la isla. Curiosamente, la mayoría de ellas están muy cerca de donde se produjo el varamiento del cetáceo. Actualmente, las esculturas se distribuyen:

En la zona norte, en el Centro de Interpretación de la Isla de Lobos, se encuentra expuesto un calderón tropical  (Globicephala macrorhynchus) de 4,6 metros, un espécimen que varó por causas naturales en 2009 en el propio islote, junta al Faro de Martiño. También se puede visitar en El Cotillo el esqueleto de un zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), de 6 metros de largo, un ejemplar localizado en Majanicho en 2004, coincidiendo con la muerte de otros cuatro zifios entre Lanzarote y Fuerteventura, un varamiento masivo asociado a las maniobras navales militares internacionales ‘Magestic Eagle 04’.

En la zona centro se encuentra uno de los más espectaculares de la isla, un rorcual común (Balaenoptera physalus), de casi 20 metros de largo, que se erige desde el año 2003 en las Salinas del Carmen, junto al Museo de La Sal. Otra ballena, en este caso un rorcual tropical (Balaenoptera edeni) de 9 metros, se exhibe en el espigón del muelle de Puerto del Rosario, junto a la playa de Los Pozos.

En la zona sur se encuentra otra de las joyas del proyecto, un majestuoso cachalote (Physeter macrocephalus) de 15 metros instalado en el Saladar de Jandía. Un zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), de 5,5 metros, localizado hace una década junto al Faro de La Entallada, cierra la exposición en la avenida marítima Paco Hierro de Gran Tarajal.

La Fundación Canarias Conservación, dirigida por el biólogo marino Manuel Carrillo, es la institución responsable de ejecutar este proyecto que coordina y financia el Cabildo de Fuerteventura.

Concienciar a la población residente y a los turistas sobre la necesidad de proteger el medio marino es una batalla que libran diariamente instituciones locales, asociaciones ambientales y empresarios del sector náutico. Un entorno marino saludable y sostenible es imprescindible en una isla como Fuerteventura, que no sólo vive del turismo y de la excelencia de sus playas, sino también de  otros sectores como el pesquero, el transporte marítimo, los puertos deportivos, la desalación del agua…

La exposición de esqueletos de cetáceos es un punto más para extender esta conciencia, y sirve para llamar la atención sobre estos longevos gigantes marinos que nos acompañan cada día, muchas veces sin nosotros verlos. Al igual que los humanos, son mamíferos que viven en familias y que se comunican de manera fluida entre todos sus miembros. Como vigías desde lo alto vigilan, desde tierra, su medio por nosotros, y nos recuerdan, con su imponente presencia, la necesidad de conservarlo.

Cómo se convierte en escultura el esqueleto de un cetáceo

La Senda de Los Cetáceos se es un proyecto que consiste en recuperar los cadáveres y restaurar los esqueletos de estos animales para su posterior exposición a modo de esculturas naturales, una iniciativa que requiere de un proceso lento y laborioso y que combina métodos científicos y artesanales.

El procedimiento completo comienza con la retirada de la mayor cantidad posible de materia orgánica adherida a los huesos del cadáver del animal. Para ello, se hace necesario enterrar el esqueleto bajo tierra, preferentemente en picón, para favorecer su correcta descomposición. Una vez desenterrado, tiene lugar una segunda fase que se puede alargar otros dos años, en la cual se aplica un lavado de agua a presión a los huesos y se dejan a la intemperie para proceder a su limpieza natural con la aplicación de diferentes tratamientos.

El equipo de la Fundación Canarias Conservación se vale para ello de una interesante técnica, que consiste en un aplicar a los huesos un tratamiento de agua, látex, endurecedores, fungicidas y algicidas, que favorecen su conservación frente a amenazas como hongos y humedad, y evitando que el esqueleto pierda su blancura natural.

El montaje de la escultura se consigue al finalizar el tratamiento y ensamblaje de casi 300 huesos individuales. Algunas partes como la cola de los animales, que no tienen huesos, se reproducen a semejanza del apéndice original.

Fuerteventura: el Alcatraz común en proceso migratorio

Estos días estamos disfrutando en Fuerteventura y en nuestras excursiones a Isla de Lobos desde el muelle de Corralejo de la grata compañía de una de las aves atlánticas de mayor envergadura, el alcatraz común que está en pleno proceso migratorio en busca del calor para pasar el invierno. Vamos a conocerlos más de cerca.

Nombre científico: Morus bassanus
Orden: Pelicaniformes
Familia: Sulidae

El alcatraz común, de gran envergadura, pudiendo alcanzar hasta 2 metros, es un auténtico maestro del buceo capaz de zambullirse en el mar, a modo de proyectil, para atrapar a sus presas (peces de tamaño medio) desde 30-40 metros de distancia y a gran velocidad (hasta 100km/h).
Se distribuye en ambas costas del atlántico norte y pasa la mayor parte de tiempo en el mar sólo acercándose a tierra para anidar en acantilados e islas del norte del Atlántico.

Excursiones Fuertecharter | Alcatraz común en Fuerteventura

Descripción:
Las aves adultas pesan entre 3 y 4 kilos. Tienen alas largas y estrechas, con una envergadura media de 1,80 metros y una altura de 1 metro. Su plumaje es blanco con las puntas de las alas de color oscuro. Tienen el pico puntiagudo y ligeramente curvado.
Los alcatraces jóvenes se distinguen por la coloración grisácea con motas blancas de su plumaje.
Debido a su forma de pescar, zambullidas a gran velocidad al agua, carecen de orificios nasales pero sí tienen agujeros nasales secundarios que pueden cerrar cuando están en el agua; cuentan con unas características escotaduras en las comisuras bocales por donde respiran.
Para amortiguar el impacto en las zambullidas tienen bajo su piel un sistema de sacos neumáticos (sacos de aire bajo la piel del rostro y del pecho que los protege cuando golpean contra el agua) que actúa como un parachoques y su plumaje se coloca de forma muy compacta.
Para soportar las altas temperaturas cuentan con una capa de grasa subcutánea y un plumaje denso y solapado.
Las colonias son muy ruidosas, ya que estas aves emiten un grito característico cuando se acercan aunque son silenciosas en mar abierto. Emiten sonidos guturales de sílabas cortas: ghaghag-ghoghog.

Excursiones Fuertecharter | Alcatraz común en Fuerteventura
Un alcatraz acompañándonos en nuestras excursiones desde Corralejo a Isla de Lobos

Reproducción
En verano los alcatraces nidifican en las costas del Atlántico Norte (situadas principalmente en las islas Británicas y Escandinavia). Se reúnen en nutridas colonias de hasta 20 mil parejas donde fabrican sus nidos, muy juntos entre si, con algas y plantas marinas.
Es cuando ya tienen unos 4 años cuando empiezan a reproducirse poniendo un solo huevo blanco-azulado que incubarán durante unos 45 días. Ambos progenitores incuban el huevo alternándose en periodos de 24 horas y relevándose con una ceremonia muy peculiar, una ceremonia de saludo entre los padres.
Los pollos nacidos son alimentados por sus padres durante unas 12 semanas, nacen desnudos y de color oscuro, y con el paso de los días va naciendo su pluma blanca y van dejando de necesitar el calor paterno. Estos polluelos abandonan el nido y se lanzan al mar sin estar totalmente preparados para volar pero con una buena capa de grasa (1 kilo más que sus progenitores) que les proporciona el calor que necesitan mientras permanecen flotando unos 10 días hasta que por fin empiezan a realizar sus primeros vuelos y a pescar.
Tienen una conducta agresiva en el nido, aunque las luchas tienen lugar solo entre aves del mismo sexo;  una hembra solo defiende el nido ante otra hembra, si una hembra se acerca al nido de otro macho este la agarra del cuello y la expulsa. La luchas entre machos que ocupan un nido por primera vez pueden llegar a ser bastante intensas. Las luchas son precedidas por gestos de amenaza y los machos muestran a sus vecinos la propiedad de un nido gesticulando con la cabeza y el pico dirigido hacia abajo y las alas erguidas.
Los machos son los que ocupan un lugar para la cría e intentan atraer a una hembra soltera, de unos 4 o 5 años, que sobrevuelan las colonias varias veces antes de posarse y mostrar al macho, con el cuello estirado, que le permite ser cortejada; los machos las responden sacudiendo la cabeza con las alas cerradas.
Aunque las parejas se separan tras las cría se vuelven a juntar el siguiente año, son monógamas, duran o toda la vida o muchos años.

Cuando llega el invierno, al acabar el periodo reproductor, se desplazan al sur, emprenden la migración postnupcial que les llevará hasta el golfo de Guinea, es en esta época que pasan por Fuerteventura deleitándonos con su grandeza. En España resulta una especie habitual durante los pasos migratorios aunque no nidifica.

Actualmente el alcatraz común esta catalogado como “especie bajo preocupación menor”, por considerar que tiene un área de distribución muy amplia y que el número de individuos es suficientemente amplio y la tendencia demográfica parece aumentar.

Permanezcan atentos en esta época pues pueden tener la suerte de cruzarse con algún ejemplar y de disfrutar de su peculiar forma de pescar, un auténtico espectáculo, nosotros seguimos disfrutando estos días de su compañía en nuestras excursiones diarias en Fuerteventura.

Equipo FuerteCharter

Época de Dorados en Fuerteventura

Son ya bastantes las excursiones que hacemos al vecino islote de Lobos, en nuestro catamarán de Fuertecharter, y contamos con la espectacular compañía del Coryphaena hippurus, conocido en Fuerteventura como Dorado.

En otras partes se conoce como gran corifena, lampuga o llampúa, dorado-delfín, lirio, perico, pez limón o, en inglés, mahi-mahi.

El Dorado es un pez óseo de la familia de los corifénidos, que se distribuyen por todo el planeta, en aguas tropicales o subtropicales.

Excursiones Fuertecharter | Dorado en Fuerteventura
©animalandia.educa.madrid.org

Hábitat
Viven en la superficie marina, entre los 5 y 10 metros de profundidad, y realizan grandes migraciones a lo largo de su vida. Habitan en cardúmenes en alta mar, aunque a veces también se les encuentra cerca de la costa, para reproducirse.

Ya hay testimonio de la pesca que realizaba el hombre de esta especie, desde 2600 años aC, como puede verse en este mural de la civilización Minoica de Creta.

Excursiones Fuertecharter | Dorado en Fuerteventura
©en.wikipedia.org

Es muy común verles por las Islas Canarias en las épocas de verano y otoño, por eso en esta época del año es un compañero excepcional de nuestras excursiones.

Morfología
Esta especie se caracteriza por su tamaño y por el aspecto tan colorido que presenta.

Excursiones Fuertecharter | Dorado en Fuerteventura
©www.fishmountstore.com

El tamaño normal es de 100cm, aunque se han llegado a registrar ejemplares de hasta 200cm, con pesos de 50kgs.

También se caracterizan por no presentar espinas en la aleta anal ni en la dorsal, donde tienen radios blandos. La aleta dorsal va desde la región cervical hasta la cola, y la anal es más corta, yendo desde la mitad del cuerpo hasta la cola. La aleta caudal es muy horquillada, y está unida al resto del cuerpo por un pedúnculo, que le permite nadar muy velozmente.

Es una especie hecha para la velocidad, con cuerpo muy alargado y comprimido lateralmente. Al tacto son muy suaves, ya que presentan escamas realmente pequeñas.

Tienen dientes pequeños, fuertes y ovales, en una boca grande, donde la primera serie está curvada hacia atrás.

Los machos presentan un bulto prominente en la frente, por lo que también se les ha llamado cornudas.

Pero si hay algo que los hace realmente espectaculares a la vista es el colorido que presentan, clasificándose como los peces más coloridos del atlántico: tienen reflejos dorados en los laterales, lo que les da el nombre, azul y verde metalizado por la parte de arriba y por los lados, y la parte inferior es amarillenta o blanca.

Presentan un colorido muy vivo cuando está recién sacado del agua, que parece estar encendido, de ahí el nombre de lampuga, que vendría a ser antorcha. Sin embargo este color llamativo desaparece al poco rato de ser sacados del agua, cuando toman un tono gris que nada tiene que ver con sus colores en vida.

Reproducción
Esta especie alcanza la madurez sexual entre los 4 y los 5 meses, y no son muy longevos, ya que suelen morir a los 6 años.

No se sabe mucho sobre sus hábitos de reproducción, aunque se presume que se aparean varias veces al año, sobre todo en primavera. Los huevos son pelágicos, y los jóvenes permanecen en la zona litoral hasta que alcanzan un tamaño determinado.

Alimentación
Se alimentan de gran variedad de peces pequeños, calamares, crustáceos y zooplancton. Jureles, caballas, anchoas y sardinas son los principales pilares de su dieta, aunque les apasionan los peces voladores, a los que persiguen casi hasta la extenuación.

Pesca
Esta especie es bastante codiciada entre los pescadores deportivos, y desde hace tiempo está adquiriendo valor también a efectos comerciales, siendo habitual a veces en mercados y pescaderías.

Excursiones Fuertecharter | Dorado en Fuerteventura

Es una especie que en la época juvenil es considerada como pescado azul o graso, sin embargo los individuos adultos son considerados pescado blanco o magro.

Si quieres conocer a esta asombrosa especie en primera persona, te aconsejamos venir a una de nuestras excursiones en esta época del año.

 

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Fula Negra Fuerteventura: la damisela de las aguas Canarias

Abudefduf Luridus, Fula negra, Castañeta o Castañuela, como se la conoce en algunas zonas de las Islas Canarias, es un pez muy vistoso, perteneciente a las damiselas, una especie perciforme de la familia Pomacentridae. A diario encontramos estos pececillos en nuestras excursiones en barco desde Fuerteventura al vecino islote de Lobos.

A pesar de su aspecto delicado y atrayente, marcado por colores oscuros y rebordes de un azul eléctrico reluciente, que le confiere un aspecto de pez de acuario inofensivo, se trata de una de las especies más agresivas, territoriales y poco sociable que existe en los océanos.

Hábitat
Esta especia bentónica surca los fondos rocos, las praderas de Cytoseira (algas) y los blanquizales del Océano Atlántico Oriental, donde podemos encontrarla en Senegal, Cabo Verde, Canarias, Azores y Madeira, siempre por encima de los 50m de profundidad, y más habitual a menos de 25m.

Su colorido vistoso y su gran capacidad para acostumbrarse a cambios de entorno y a variaciones bruscas de parámetros, hace que sea un pez común en los acuarios, donde pueden llegar a vivir hasta 10 años en cautividad, eso sí, es difícil tenerlos en acuarios comunitarios, compartiendo el espacio con otras especies, a no ser que se hayan introducido a la vez en la etapa juvenil. Si se mete una fula nueva en un acuario donde ya hay un grupo, el macho líder, apoyado por el resto, la atacarán constantemente hasta matarla.

Excursiones Fuertecharter | Fula Negra en Fuerteventura
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Toman rápidamente el control del espacio que habitan, enfrentándose incluso a peces de tamaños muy superiores.

Comportamiento
Presentan hábitos diurnos. Suelen moverse en bancos bastante densos, dominados por el macho de mayor tamaño. También pueden encontrarse machos sueltos o viviendo con sus hembras reproductoras.

Un macho puede aparearse con varias hembras reproductoras, que desovan en verano (lo que se conoce como la freza), en las grietas o en nidos formados por agrupaciones de varias rocas, que el macho cuidará celosamente durante los 3 días que dura la incubación, llegando incluso a matar a otro macho que se acerque por la zona, a menos de 1metro de radio del lugar de la puesta.

En los enfrentamientos, los machos aumento su tasa de respiración, produciendo unos sonidos muy característicos en el combate; perteneciendo así a los peces teleósteos, que son los que presentan órganos especializados en emitir sonidos.

Morfología
Cuerpo robusto y comprimido por los lados, cubierto por grandes escamas muy visibles, con aletas cortas y bastante rígidas. Los ojos y la boca son pequeños y tienen un pequeño abultamiento en la parte de la cabeza. Presentan dientes agudos en las dos mandíbulas.

El colorido que presentan los ejemplares jóvenes, hasta 3 años, es muy llamativo. Son prácticamente negros, con rayas de color azul eléctrico que a veces crean dibujos caprichosos. A partir de los 3 años el color les cambia de negro a un marrón grisáceo, menos en la cabeza y las aletas dorsales y caudal que toman un color azul muy oscuro. En los ejemplares adultos las pinceladas de azul eléctrico se condensan en los bordes de las aletas y en la cabeza.

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Suelen medir entre 8 y 10cms, y los machos, un poco más grandes que las hembras, pueden llegar hasta los 15cms.

Una rareza de esta especie es que hay ejemplares que presentan color naranja pálido en la parte posterior del cuerpo, hasta la cola, fenómeno cuya causa se desconoce científicamente.

Alimentación
Se alimentan principalmente de pequeños invertebrados y que encuentran entre las algas. Las crías son extremadamente delicadas con la alimentación, solo comen plancton marino, así que las que se crían en cautividad no suelen sobrevivir, a no ser que se les dé un alimento de este tipo.

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Fuerteventura, lugar de paso para el Charrán Patinegro

El Charrán Patinegro (Sterna sandivecensis) es una ave marina migrante que anida en las costas europeas de Suecia, islas Británicas, Alemania, Dinamarca, Polonia, Bretaña francesa y países Bálticos; también en las costas del mar Negro, en las del mar Caspio y en las de América del Norte y Central.

Las que habitan en Europa recorren cada año las zonas costeras desde el norte de Europa hasta el África Occidental y Austral, en busca de calor en invierno. En este periplo, las costas y los humedales de las Islas Canarias, representan una parada obligada para estas aves, aunque en comparación con el movimiento migratorio que existe en las costas africanas, en Canarias podemos decir que este fenómeno es menos significativo.

Descripción
El Charrán Patinegro pertenece a orden de las caradriformes, familia de los láridos, y presenta un tamaño medio (41cm de largo y 94cm de envergadura).
Es de plumaje blanco, gris y negro. Su cabeza redondeada tiene una especie de moño (píleo) de color negro, que en la época de apareamiento puede cubrir casi toda la cabeza. El pico es alargado y negro, con la punta amarilla, y la cola tiene forma de horquilla.

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Hábitos de vuelo
El Charrán Patinegro tiene un vuelo similar al de las gaviotas, muy ágil y ligero, presentando unas alas más largas y estrechas que estas, lo que los hace seres más gráciles.

Alimentación
Se alimentan de peces que pescan en las playas y en aguas litorales; también de gusanos y moluscos marinos. No suelen alejarse más allá de la plataforma continental para conseguir el alimento, y una vez tienen localizada su presa, se lanzan sobre ella, zambulléndose en el agua.

Reproducción
El Charrán Patinegro es una ave muy sociable que suele formar colonias de miles de individuos. Dentro de la colonia, cada ejemplar con su pareja, realizan la puesta de huevos (1 o 2) hacia finales de abril o principios de mayo. No construyen nidos muy elaborados, simplemente utilizan un hueco en la gravilla, la arena o entre dos piedras, y suelen recubrirlo de vegetación.
Los huevos presentan un color crema con muchas pintitas negras, y suelen incubarlos, tanto el padre como la madre, durante 22-26 días. A los 15 días de salir del huevo los polluelos se reúnen en grupos que están vigilados por algún adulto, y a los 30 días ya emprenden sus primeros vuelos.

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Hábitat
En Fuerteventura podemos encontrar al Charrán Patinegro en charcas, lagunas o bajíos, sobre todo en la zona de las playas de Sotavento (Jandía), El Cotillo, los bajíos de Corralejo, Majanicho, y en zonas de interior, como en la Rosa de Catalina García, en la presa de Los Molinos y en algunos barrancos con aguas permanentes.

Migración y presencia en las islas
Es un ave de paso regular, por tanto podemos encontrar ejemplares por las islas en casi todos los meses del año, incluso hay alguna que pasan el invierno en nuestras costas, pero cuando más podemos encontrar es en el paso otoñal (agosto y septiembre), cuando bajan hacia África en busca del color del invierno, y en el paso primaveral (marzo y abril), cuando realizan el regreso hacia el norte de Europa.

Lo que determina el tiempo que estas aves pasan en nuestras costas es la tranquilidad que encuentran y la disponibilidad de alimento, para reponer energías y continuar su viaje. La manipulación del entorno por parte de hombre, como por ejemplo la edificación o construcción de carreteras, puede modificar los hábitats de estas especies, haciendo que busquen mejores lugares donde descansar.

 

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Florecen las aulagas en Fuerteventura

Si has tenido la suerte de hacer una excursión a Isla de Lobos desde Corralejo te habrás fijado, al poner pie en tierra, en unos peculiares arbustos de finas ramas verdosas, muy característicos, las aulagas (Launacea arborescens).

Precisamente es ahora (marzo) cuando estas plantas empiezan a florecer ampliándose el periodo hasta junio.

Estos arbustos son característicos no solo de Lobos, sino de Fuerteventura y resto de Islas Canarias en general. En Fuerteventura y Lobos estos arbustos se pueden ver prácticamente en toda la superficie, quizá en las zonas altas sean menos habituales.

Se trata de una planta perenne, muy abundante en los terrenos áridos y secos del piso basal infracanario. Puede llegar a medir hasta 1 metro, con lo que no son muy altos; sus tallos son finos y redondeados, de color verde apagado.

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Es tan abundante y representativo en nuestra isla que ya el famosos escritor Unamuno —que pasó su destierro en estas tierras áridas— le dedicó unas palabras a esta planta en “Artículos y discursos sobre Canarias”:

“La aulaga majorera, de Fuerteventura —se llama majoreros a los de Fuerteventura— tiende su triste verdor pardo, su verduras gris, por entre pedregales sedientos. La aulaga no tiene hojas, la aulaga desdeña la hojarasca; la aulaga no es mas que un esqueleto de planta espinosa. Sus desnudos y delgados tallos, armados de espinas, no se adornan más que con unas florecillas amarillas. Y todo ellos se lo come el camello, el compañero del hombre en esta isla, su más fiel servidor (…). Qué lección de estilo y de lo más íntimo del estilo, esta aulaga de Fuerteventura, es la expresión de la isla misma; es la isla misma expresándose, diciéndose; es la palabra suprema de la isla. En la aulaga ha expresando sus entrañas volcánicas, el poso de su corazón de fuego, esta isla entrañable.» Unamuno

Hemos elegido las palabras de este gran escritor porque describen con belleza y acierto este arbusto tan abundante en nuestras islas.

A lo largo de los años y siendo tan abundante esta planta ha tenido diversos usos, entre ellos, las flores amarillas de la aulaga, solitarias y en pequeños racimos, eran utilizadas en infusión para los niños que tenían Ictericia. Como ya mencionaba Unamuno, también era el alimento favorito de camellos y cabras.

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Tanto si habitas estas tierras, como si vienes de visita, en los próximos meses disfrutarás de las flores de este arbusto, que és “la expresión de la isla misma”. Si tienes la suerte de acompañarnos en nuestra excursión a Lobos desde Corralejo verás el paraíso en flor, te esperamos.

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